Lizzie es una madre que acaba de sufrir el golpe más duro de su vida: su hija ha fallecido. A pesar de que trata de sobrellevar la pérdida de la mejor forma posible, todo cambia cuando se convence de que la hija de una completa extraña es, en realidad, su propia hija. Conforme su obsesión va creciendo, Lizzie se inmersa más en la vida de la niña. Todo conforme va perdiendo la noción con la realidad.