Tyler está en su trigésimo cumpleaños y su novia como regalo le da una inusual invitación a “Escape Room” al que decide ir con sus amigos. Al entrar los cuatros amigos en el juego quedan en seguidamente encerrados en una habitación donde tendrán que resolver difíciles puzles para así ir avanzando a la meta del juego.
Una de los integrantes, Christen, desaparece y al encontrarla a través de un monitor se encuentra enjaulada y detrás de ella un reloj con una cuenta, si se pasa el tiempo, pierde. Saben así que no es un juego cualquiera y que tendrán que hacer todo lo posible por salir vivo de él.
Cada cinco minutos uno de ellos será enjaulado sin previo aviso. Sus tiempos de vida queda limitado a sesenta minutos en una habitación donde tendrán que solucionar los enigmas y unir las piezas con los que irán desenlazando una historia.
Un juego cruel tanto físico como mental, que tendrán que utilizar todos sus conocimientos adquiridos para poder salir con vida. Se toparán con una caja misteriosa dejada por el dueño del lugar, quien esta poseído por un demonio; esta caja posee un demonio y si se libera poseerá a quien quiera.