Ultras
Nápoles. Con casi 50 años, Sandro sigue siendo el jefe de los Apache, el grupo de ultras con los que ha pasado toda la vida en el estadio: una vida de violencia, enfrentamientos, pasiones y valores inquebrantables. Pero ahora por primera vez, Sandro siente la necesidad de llevar una vida normal, de una relación, hasta de formar una familia. Y ha conocido a Terry, guapa y sin miedo a nada. Angelo tiene 16 años y considera a los Apache su familia, y a Sandro su guía, la persona que ha tomado el lugar de su hermano Sasà, fallecido hace unos años durante un partido fuera de casa.