Funôhan
En cierto parque, hay un hombre misterioso, que tiene ojos rojos y un traje negro, al que las personas pueden ir y pedirle que mate a alguien. Nunca se le puede culpar por sus asesinatos porque no toma medidas ilegales. Su fuerza está en el poder de la sugestión y la disposición de los eventos. Acepta estas peticiones, burlándose en privado de la insensatez de aquellos cuyos imprudentes deseos concede.