Zhenya es una mujer de mediana edad quien no ha tenido una vida fácil, ha existido desde siempre sin desarrollar un sentimiento de amor por nadie, su niñez fue bastante vacía y solitaria, siendo despreciada y humillada por la única familia cercana que era su madre, quien nunca le demostró ni una gota de afecto.
A lo largo de su vida trató de hacer todo lo posible por sentir amor, primero al contraer matrimonio y luego al tener un hijo, pero sus esfuerzos en cambio desencadenaron en ella un sentimiento de amargura el cual era evidente para su hijo Alyosha quien en una tarde desapareció sin dejar rastro alguno.
Zhenya en contra de su voluntad tendrá que permanecer al lado de su marido del cual planea divorciarse para poder localizar a Alyosha, tomando su vida propia y lo ocurrido con el pequeño como un motivo de reflexión, dándose cuenta del verdadero amor que en realidad siente por su ausente hijo.