Las madres superioras siempre son las que cuidan de su templo. Ellas siempre están pendientes de que a la iglesia que pertenecen nunca le suceda nada y, aunque son muy pocas las cosas extrañas que suceden en una abadía, todo cambiara cuando veas la muerte en el nombre del señor. Una madre superiora fallece en una caída que parece accidental. Poco a poco, se van dando cuenta de que no fue accidental. Ellas, como son madres superioras deciden no involucrar a la policía y por ello, hacen una investigación interna y la hermana Talía es la encargada de descubrir la verdad. Al tiempo, aparecen más monjas muertas y la nueva superiora oculta la verdad.