Choses secretes
Una noche, al acabar su turno, Sandrine es despedida del local de striptease donde trabajaba como camarera, justo en el mismo momento que también despiden a Nathalie, una de las stripper. Las dos jóvenes no tardan en congeniar y en compartir confidencias y Nathalie, de cáracter frío y perverso, enseñará a Sandrine, mucho más cándida y cálida, a utilizar su sexualidad para obtener todo lo que se le antoje. Para probar sus teorías, Nathalie hará que ambas sean contratadas por una gran empresa donde trabaja Christophe, el enigmático y atractivo hijo del propietario, al cual pretenden conquistar.