Vuelve a la pantalla grande una de las mejores actrices de Hollywood Naomi Watts, esta vez en un papel bastante desafiante y distinto a lo que nos tiene acostumbrados a ver, en una cinta llena de suspenso que los hará permanecer atentos a cada suceso que se desarrolla a lo largo de esta historia.
Mary/Naomi Watts es una importante psicóloga especializada en tratar con infantes, que acaba de perder a su esposo en un desgarrador accidente vial en el que viajaba con su hijastro, quien a raíz del mismo ha sufrido una condición de parálisis o estado vegetativo.
A pesar de lo ocurrido Mary decide continuar con su vida y con su empleo de forma habitual, al comenzar su jornada de trabajo llega a su consultorio un pequeño niño el cual se encuentra atravesando un terrible momento y con el que sintió bastante empatía. Al sentirse bastante involucrada con el niño y por otras circunstancias lleva a su joven paciente a su casa, en un breve descuido se percata de que el niño ha desaparecido sin dejar rastro. Después de una intensa búsqueda las autoridades deciden darlo por muerto, mientras tanto Mary cada vez más perturbada por el hecho empieza a vivir extrañas situaciones acompañadas de escalofriantes visiones relacionadas con su paciente perdido.